SHAXO: La boda invernal de Núria y Marc

Imagina una boda en la que el vestido de la novia pasa la mayor parte del tiempo oculto por una capa blanca como la superficie de la montaña más alta en el invierno. Imagina que su ramo, en lugar de estar formado por las flores habituales como las rosas, estuviera repleto de un vibrante muérdago y de ramas del más verde pino que habita los bosques. Imagina que el fuego de la chimenea se traslada a las bengalas que sujetan las manos de los invitados mientras las mueven de un lado al otro siguiendo el ritmo de la música que le pone banda sonora al baile nupcial, que la pareja de recién casados se da el sí quiero bajo la nieve, que el novio lleva gemelos con forma de esquiador y que la novia abandona los tacones por unas altas botas de montaña. ¿Logras imaginarlo? Porque así es, exactamente, como ha sido la boda de Nuria y Marc.

La boda invernal de Núria y Marc

Teniendo como leitmotiv el símbolo de un copo de nieve que hasta se puede encontrar en el vestido de la novia, El Nostre Hivern de esta maravillosa pareja se celebró en una preciosa casa rural de El Mariner de Sant Pau, un espacio rodeado por bosques y naturaleza en cuyo centro se erige un hogareño edificio creado a partir de la piedra y la teja que servirá como refugio en los días más fríos del invierno.

Rodeados por abetos nevados, los invitados se protegieron de la lluvia con paraguas de colores durante la ceremonia, mientras que los más afortunados lograron hacerse con un asiento a cubierto del temporal y sobre el que descansaba una decoración de mazorcas de maíz para destacar el estilo rústico del evento.

Los gorros, las bufandas y los guantes no pudieron faltar en esta celebración en la que los invitados fueron obsequiados, entre otros detalles mucho más personales, con pequeñas y suaves mantas para protegerse del frío. En lugar de arroz o pétalos de rosa que tirarle a los recién casados, en El Nostre Hivern se optó por copos de nieve con los que romper barreras costumbristas, así como por bajoplatos creados con láminas de roble, un seating plan formado por picos de montaña y un photobooth con forma de teleférico.

Como podemos observar, el invierno fue un protagonista más en la boda de Nuria y Marc, y por si quedaba alguna duda ella se encargó de disiparla al lucir un precioso tocado formado por pequeñas piñas y brillantes verdes que sorprendió a todo el mundo.