SHAXO: La boda boho-indie de Claudia y Daniel

En pleno corazón de la ciudad de Nueva York se encuentra un conjunto de 19 edificios que recibe el nombre de Rockefeller Plaza y que, para aquellos que no estamos acostumbrados a la magnificencia de Manhattan, pueden resultar muy impresionantes. Entre lujosas boutiques, teatros de gran reputación y decoraciones espectaculares se esconde The Top of the Rock, una terraza mirador desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Nueva York, y fue justo allí, con todo Central Park a sus pies, donde Daniel le pidió a Claudia que compartiera su vida con él por siempre.

La boda boho-indie de Claudia y Daniel

Tras un noviazgo de una década y el regalo del nacimiento de un pequeño que recibe el nombre de Benjamín, la pareja se animó por fin a darse el «sí quiero» ante sus amigos y familiares. Como bien nos dice Claudia, «las cosas importantes en la vida toman tiempo, pero, sin ningún tipo de duda, ha merecido la pena.»

Nos encontramos en la Quinta de Sant’Ana, un lugar muy especial que se ubica a tan solo 30 minutos del norte de Lisboa y que está lleno de vida y de la magia de la historia. Entre las calles estrechas de un antiguo pueblo portugués repleto de casas y lugares muy pintorescos podemos descubrir los viñedos que rodean la capilla barroca que hace que resuenen sus campanas hasta hacer eco en la inmensidad de Mafra.

El precioso edificio amarillo y las hiedras que lo cubren en ciertas zonas con sus brillantes tonos verdes ayudaron a crear un contraste perfecto y muy alegre para las imágenes de Doncel & Alcoba. Estos profesionales y amantes de la fotografía disparan en film ya que para ellos lo analógico tiene la capacidad de transmitir las cualidades y la autenticidad como nadie, una forma de expresión que les permite «capturar aquello que atesoramos: nuestros recuerdos.»

La decoración se basó en un estilo boho indie en un campo inundado de color amarillo: un elemento muy especial para la pareja. Su prenda imprescindible en los viajes es un chubasquero de este color, su casa está cargada con el tono de la energía del Sol y su pequeño gatito se llama Amarelo.

En un ambiente muy familiar y positivo se desarrolló una celebración desenfadada y divertida acorde con los deseos de Claudia y Daniel, que buscaban «una boda más bonita que lujosa, una decoración de estilo rural y tonos pastel, mucho blanco y flores y bosques de ensueño.» ¿Te parece que lo han conseguido?